domingo, octubre 07, 2007

El viaje inaugural de la primavera


(del otro lado del río)


el jueves 28 me embarqué en el pato olive-oil (el buque rápido) e inicié el camino de postas colonia-tres cruces-pde. fue gracioso porque en el camino a maldonado, mientras cruzaba montevideo, el día era espléndido y el sol brillaba radiante.
ahora bien, llegando a maldonado resultó que todo estaba envuelto en una bruma espesa. así que inicie mi recorrido por la city esteña, cerca de las tres, agitando los brazos para despejar la niebla. por gorlero no había nadie, sólo algunos grupitos de turistas (siempre reconocibles) y residentes que caminaban solitarios.
y las gitanas, elemento folclórico por excelencia. yo simulé ser una turista chechena y fingí no entender sus embates.
mi primer parada, la inauguración oficial de mi trip, fue un café con leche en el greco, a un módico costo de cien uruguayos..
como aporte a la coherencia general, todas las mesas estaban vacías, salvo una que se ocupó mientras estaba tomando mi café.
después continué mi recorrido por esas callecitas de nombres poéticos, como las gaviotas y el remanso, donde en los locales de prada, tommy hilfiger y similares los vendedores languidecían de aburrimiento. luego paseé un poco por la costanera de la mansa.
más tarde fui a la tienda inglesa, cómo me gusta ese supermercado. tenían unas empanadas de lomito y cheddar que resultaron riquísimas.
el viernes me fui de breve paseo a san carlos, donde tuve la graciosa postal de los niños de moños azules, que encuentro encantadora.
pero además se ve que estaban haciendo un acto por el día de la primavera porque todos los chicos de edad kinder estaban disfrazados ad hoc con trajes de alto impacto y muy, pero muy, cuidada realización. una linda postal.
y almorcé sandwich de milanesa de carrito de san carlos, muy rico.
el sábado tuve un poco de playa, pero con mucho viento.
la noche fue olvidable, o desde otro punto de vista recordable. tal vez ambas cosas.
el domingo playa nuevamente, una solanas espléndida y desierta, propiamente un día de playa. y con tardecita de colet incluída.
el lunes ya estaba comme ci comme ça.
la nota de color es que en alguna de las comidas de mi estadía pude comer ensalada de tomate!!!! que estaba más barato en la tienda inglesa que en la verdulería de la esquina de casa!!! en general creo que todos los vegetales estaban más baratos, o por lo menos no más caros, azares de una economía con un peso artificialmente alto y un dólar ídem bajo.

siempre digo lo mismo: odio las vueltas. a veces siento que vivo para esperar las idas. cada vez sufro más la vida sedentaria, y es una declaración de principios.

El concierto inaugural de la primavera


(another delayed post)


El año pasado fue el de kevin + the nada en el faena, exactamente el jueves 21 de septiembre. este año me enteré que justamente el 21 de septiembre tocó the nada (aka la familia ingle) en otro ámbito menos glamoroso que el faena, pero el talento suena igual en todos lados.
pero el 21 a la noche me quedé en casa. de piqui-niqui de medianoche, nada nadín.
pero el 24 nos fuimos con marianita a la trastienda a ver a café tacuba, yo tenía las entradas creo que a los cinco segundos de que salieron a la venta...
por supuesto, tal lo esperable, la mesa de fila de 1 no nos sirvió de mucho pero fue útil para tener una ubicación privilegiada de todas maneras. muuuuuucha gente (sin duda el recital más concurrido de aquellos a los que concurrí en la trastienda) y una banda im-pe-ca-ble que, tal lo esperable, incitó al des-orden. y a la segunda canción allí estaban todos los concurrentes haciendo temblar las mesas y rodar los vasos por el piso. yo hice catarsis y grité como hace mucho que no grito en un recital, aprovechando el griterío colectivo (de hecho, el último recital en el que grité tanto fue en el acústico de café tacuba hace ya tres años, cuando no costaba tanto conseguir una entrada...)
como siempre, mis favoritas fueron tres. déjate caer, que grité con todas mis fuerzas (la vida es imprecisa). el baile y el salón, con el corito que me quedó grabado desde aquel acústico, donde nos dejaron con las ganas. y mi canción autobiográfica, el metro, que escuché por primera vez una noche muuy lejana de 1995 y me representa desde entonces, por muchos motivos que fueron mutando y enriqueciéndose con el tiempo.
souvenir: la remera de rainbow brite con mancha de vino del genial personaje que estaba en una mesa a côtè ignorante de que el mundo temblaba a su alrededor.
la groupie nº1: marianita, que aprovechando su cuantiosa distancia de 2,7 milímetros del escenario, tocó cual si fueran milagrosos a todos los músicos de la banda.
lo destacable: la sonrisa imborrable (y no de maquillaje) de rubén albarrán, que tiene una gran capacidad que contados músicos poseen: la de mirar a los ojos al público. creo que todos y cada uno de los que estábamos en las proximidades del escenario recibimos una mirada-eje-escópico (les yeux dans les yeux, san eliseo verón dixit) y una sonrisa que te energizaba hasta el año que viene (ya sé que no se nota. es que los efectos de esas drogas, lamentablemente, se desvanecen...)
y la frase: (a una de las fans invitadas a subir al escenario, que luego fueron invitadas a tirarse al público, cual almost famous) "no, tú no te avientes que a tí no te cachan".

bueno, así es. experience it. enjoy it. just don't fall for it.

viernes, octubre 05, 2007

El fin del invierno

(a delayed post)
20 de septiembre, vísperas de la primavera
Mi querida amiga Nati estuvo de visita unos días en bue -directo desde santiago (de chile)- y esa noche nos fuimos de copetines a las cañitas, como hace casi exactamente un año. En esta oportunidad se nos sumó Nico, el hermano de Nat. Después de caminar cuadras, y cuadras, y cuadrasss (innecesariamente, por supuesto) fuimos al super soul, donde ellos tomaron sendos mojitos y sssho un natty dread lock (bourbon + lima + manzana), muy (demasiado en relación al costo-beneficio) suavito. Pero como eso no nos bastó (qué tanto!!!) nos fumos a jackie o, donde habíamos estado con Nat en aquella noche de agosto del 2006 (que por cierto dejé asentada en estas crónicas), comentando lo paupérrima que resulta la coctelería porteña en comparación a la chilena (1. ah, aquella carta de tragos de las urracas!!! y 2. las comparaciones suelen ser en vano, lo sé). Una noche muy linda, un breve y sentido encuentro en el continuo de la distancia.