lunes, septiembre 08, 2008

Y/O

Domingo, hace frío, es un día sensible, tengo mil cosas para hacer pero siento la necesidad de escribir, cosa que hace bastante que no hago (salvo por motivos laborales, claro).
Hace ya bastantes días estuve mirando la entrevista que la LL (lunch lady, aka la legrand) le hizo a fernando peña. interesting.
Lo que me quedó dando vueltas en la cabeza fue un comentario de peña acerca de la gente "Y" y la gente "O".
Básicamente, la gente "O" es aquella que elige una cosa u otra. es blanco o es negro. si es gris, no es.
Mientras que la gente "Y" es la que quiere una cosa, y otra, y otra... o se siente de una manera y de otra -en apariencia incompatible- en diversos planos de su vida. Esas cosas no siempre parecen tener sentido para los demás, un clásico aplicable a muchas situaciones sería "No estoy seguro/a de que sea lo mejor para mí, Y sin embargo me quiero quedar ahí". Reformulada por un "O" -seres que poseen el don del sentido práctico- la cuestión sería "Si no me hace sentir bien, me hace sentir mal. Me voy O voy a terminar hecho/a pelota."
Aquí se podría iniciar un primer nivel de discusión, que es el de si la gente que en algunas cosas es "O" puede ser "Y" en otras, y viceversa. O si cualquiera de las elecciones en uno u otro sentido define una actitud ante la vida que posiblemente se repetirá en todas sus áreas.
Mi opinión es que esa cuestión es la que finalmente puede revelar un spirit de coherencia en la gente "Y", porque -justamente como creen en los grises- pueden darse el lujo de ser "O" en determinadas cuestiones: "En esto soy 'Y' y en esto soy 'O'". Y los "O" son, finalmente "Y" en algunas cuestiones. Igualmente considero que en todos predomina una de las dos tendencias, la "Y" o la "O", que se revela a través de numerosas acciones cotidianas, aun las más mínimas (y quizás especialmente en esas).
Entonces podría abrirse otro subnivel de discusión, que sería en qué puntos una persona mayoritariamente "Y" elige ser, justamente, "Y" y en qué temas prefiere optar por una cosa o por otra. Y si por esa elección está dispuesta a accionar (y no meramente a re-accionar) y, eventualmente, a modificar otras circunstancias de su vida.
Ejemplo menos conflictivo que uno sentimental (aunque, si me apuran, concedo que la elección de dónde vivir es para muchos una cuestión sentimental): vivo y trabajo en Buenos Aires pero quiero vivir en una ciudad que sea plenamente urbana Y tenga una linda playa Y tenga montañas.
En apariencia esas aspiraciones no son fáciles de compatibilizar, pero la geografía del mundo es muy generosa y ofrece lugares de esas características. Por eso, cuando dejamos de pensar de manera localista -por no decir porteña- y empezamos a abrir un poco los mapas (mentales y mundiales) descubrimos que ¡oh! esos lugares existen. Habrá que hacer muchas (o no tantas) cosas para llegar ahí, pero yes there's a way dude.
Si soy "Y" hasta las últimas consecuencias, y vivir en un lugar así implica, para comenzar, tener que renunciar a mi trabajo actual y buscar otro en la ciudad de mis sueños, sin parar hasta que lo consiga, es obvio que lo voy a intentar hasta las últimas consecuencias. Yendo más allá, si la proposición Y fuera "Quiero mudarme a otro país Y quiero seguir viendo a mis amigos todos los días" la cosa, por supuesto, se torna más complicadita. Porque esa es otra arista del cubo, que descubrimos cuando sus caras comienzan a girar: no se puede ser "Y" en todo, y la gente "Y" bien lo sabe. El top of the list de los Y Fundamentals dice que la cantidad de términos que pueden estar enlazados en una proposición es finita e inversamente proporcional a la cantidad de intereses de gente "O" -en última instancia, también de gente "Y"- que se verían afectados de algún modo en caso de que esos términos fueran llevados a un plano concreto.
Volviendo a la situación-ejemplo, supongamos que quiero tanto pero tanto conseguir el trabajo en la paradise city que, inevitablemente, lo consigo, porque para mí NO había otra posibilidad. Y entonces, se podría decir, también soy "O", porque mi actitud dice a las claras que mi vida será lo que quiero que sea, si no no será nada. Es por eso que creo que los "Y" pueden salir airosos de un debate acerca de la coherencia de sus elecciones, porque bien pueden decir que incorporar la "O" a las premisas que formulan para definir esas elecciones es una condición necesaria para que tales premisas sean un manifiesto, algo por lo que para ellos valga la pena actuar y que, además, ante la mirada ajena resulte sensato o -al menos lejanamente- comprensible.
Es como la (famosa para cualquiera que haya estudiado algo de comunicación o sociología) cláusula del etcétera. Es decir, aquello que no hace falta decir porque forma parte de un saber no siempre formalizable en un discurso textual pero sí (supuestamente) conocido por todos, aunque sea de forma intuitiva. Y esa cláusula es lo que valida y justifica al discurso que se encuentra inmediatamente antes que ella.
El "supuestamente" hace referencia a que cuando se intenta formalizar la cláusula no siempre se logra de manera satisfactoria, lo que puede ser un indicador de que el discurso sobre cuya cláusula se está tratando de teorizar no tiene un fundamento valedero.
Retomando el ejemplo de la frase "Y", quiero vivir en una ciudad y desde ahí quiero llegar al mar en 15' y al campo en 30' y a las montañas en no más de una hora. El agregado "O" sería: "o voy a ser un frustrado infeliz amargado, que posiblemente va a hacer infeliz a otros, durante toda mi vida". Variante: "o no voy a estar respetando mi verdadera esencia, que me llevó mucho tiempo descubrir, y ahora quiero disfrutar".
Como podemos deducir sin demora, esas cláusulas "O" pueden aplicarse después de cualquier proposición "Y", se refiera a profesiones, comidas o relaciones de pareja.
Otro nivel de análisis sería si lo expresado en la cláusula "O" es tan así o es un agregado ad hoc hecho por un rebelde sin causa para demostrarle a los otros que sí la tiene (aun cuando sea más emocional que racional), o si sería posible contrastarla con lo que efectivamente sucede tiempo después de formulada la proposición "Y" de no haberse cumplido ésta.
Pero acerca de los sentimientos de cada persona, les dejo los dimes y diretes a Dios y al psicoanálisis. Ya bastante me cuesta trabajar con los míos como para ocuparme de los ajenos.
Por lo tanto, tanto en la teoría como en la vida, elijo creer en lo que los demás dicen que sienten.
Primera conclusión a la que llego después de este limitado análisis: la "Y" necesita de la "O" no sólo para justificarse ante los demás (cosa que no siempre es del interés de la gente "Y"), sino para autojustificarse.
La cuestión se complica cuando las elecciones involucran a otras personas con las que nos relacionamos afectivamente. Por lo general, por una cuestión de afinidades energéticas, endogamia, o como se le quiera llamar, la gente "O" se relaciona entre sí. Puede que en un rapto de locura intempestiva una persona "O" tenga un escarceo con una "Y", pero los esquemas mentales del "O" son lo bastante rígidos (circularmente rígidos, pero rígidos al fin) como para llevarlo a darle un ending point al affaire Y más temprano que tarde.
Las situaciones más interesantes (por no decir telenovelescas) se dan cuando eso no ocurre y la relación Y-O continúa. Cuando una persona "Y" le dice a una persona que en cuestiones amorosas siempre fue vocacionalmente "O" porque así la educaron, o así le gusta, o así lo siente, o whatever, que quiere estar con otras personas, Y también quiere estar con él/ella.
Si la persona "O" acepta la proposición "Y", aún cuando no la aplique en su propia vida, está de quelque façon haciendo una concesión "Y", ya que él/ella sigue siendo "O" Y está metida en una relación "Y". En algún punto está hecha pelota Y está enamorada. Es tremendamente infeliz en algunos momentos Y cuando es feliz, es muy feliz. Es libre Y, de alguna manera, está comprometida.
Y entonces llega a un punto en el que se empieza a cuestionar que tal vez tenga un gen Y reprimido. O que tal vez sea cierto que los opuestos se atraen.
O que la lógica de la relación excede la del mero análisis de dos letras.
Lo que sé en este caso, porque he vivido esa situación y algo conozco del tema, es que cuando una (persona) Y coincide con una persona que -al menos en el área sentimental- es O, dibuja en ella líneas que -literalmente- la parten. Basta imaginar la imagen de una Y y una O superpuestas.
La O quedará fragmentada y le llevará un tiempo a las semillas que viven en los surcos de la fragmentación desarrollarse y crecer. Y ya no será la misma.
La Y puede sentirse contenida, limitada a veces, pero tal como indica su forma de árbol (un ícono propiamente dicho) sus raíces y sus ramas pueden exceder los límites de la "O".
Ambas crecerán, y cuando eso ocurra todos estos análisis dejarán de tener sentido.
En ese punto se podrá analizar qué ocurre cuando están juntas y forman un "YO" donde, acaso no casualmente, la "Y" precede a la "O".
Pero eso ya es demasiado psi para mi gusto.

domingo, septiembre 07, 2008

Motivos para no enamorarse

Un trabajo gris en un edificio gris que adormece el cerebro y todos los sentidos -en especial, en un par de personas, el del tacto- donde lo único que puede aportar colores es el vestuario (y alguna macetita perdida por ahí).
Traiciones de las personas que creíamos más cercanas.
La sensación de navegar en un barquito de optimist con un estado de ánimo que más bien es todo lo contrario, donde la sensibilidad parece ser un lastre que nos hunde cada vez más... y nuestra pobre alma sin chaleco salvavidas.
Las odiosas puestas en escena de las entrevistas de trabajo.
El arte y la cocina que atraviesan nuestras vidas de una manera u otra.
Y, en mi opinión, la mejor frase de todo el guión (que por mi parte encontré bastante verosímil, tal vez porque he vivido muchas situaciones parecidas), que es cuando celeste cid dice que
ya es tarde.

lo sé bien, porque yo he dicho exactamente la misma frase, en circunstancias muy parecidas, alguna vez.

lunes, junio 09, 2008

Haciendo face

De todas las materias que cursé en la Facultad -tanto en la querida Marcelo.T como en Parque Centenario- me quedaron fragmentos, comentarios que siempre recuerdo más allá de lo poco o mucho que haya tomado de cada una. El que viene a cuento ahora es el de mi profesor de Datos, Martín Rivaben, acerca de que si tomábamos como indicador el uso de las tecnologías informáticas aplicadas a la comunicación que se hacía en la facultad no one could tell que nosotros jóvenes bonitos en esa nueva pero destartalada aula éramos estudiantes de comunicación. Ni hablar de una página de la carrera en esos tiempos, o de la digitalización de la información académica de los estudiantes para agilizar cuestiones administrativas, o de poner a disposición de alumnos y profesores equipos para poder trabajar en la facultad. Con respecto a los tiempos que corren, prefiero callar graciosamente y echar un manto de piedad sobre ellos (no necesito verlo para saberlo).
Así es, a eso venía el comentario: en casa de comunicador, teléfono descompuesto.
Eso fue lo que pensé cuando, después de un cierto tiempo de una cierta resistencia pasiva, decidí hacerme mi face, que en este contexto no tiene ninguna connotación quirúrgica.
No sólo me acordé de ese comentario, me acordé también de varias ex compañeras C (de comunicación) que se resistían al uso del teléfono celular cuando todos los no-comunicación a su alrededor ya habían cambiado cinco veces de equipo, de varias que jamás tuvieron icq, que nunca se conectan al Messenger y que, más en general, miran con desconfianza cualquier sitio web que genere una adhesión más o menos masiva (Alabarces!!!!).
Reconozco que en algunos casos incluso yo he suscrito el último de esos puntos y esto que estoy narrando es un claro ejemplo. Meses de indiferencia total hacia facebook, hasta que decidí registrarme y allí estoy. Y allí están también, brillando por su ausencia entre mis contactos, varias de mis compañeritas de comunicación que no tienen una página allí y posiblemente nunca la tendrán. Es que nosotras no hacemos uso de las (ex N)Tic, sólo las estudiamos.
En mi caso, el uso que hago hasta el momento de mi incursión es, digamos, arqueológico, y me remite a la persona que fui, que tal vez ya no soy, pero que desea apropiarse de su propia historia y abrir un nuevo curso para ella. Y así le abrí mi facebook a gente que en algún momento pasó por mi vida y compartió una parte de la suya con aquella que fui.
Es más fuerte que nosotros: a todo le tenemos que dar una dimensión de sentido narrativa y sincronizamos relojes en el eje diacrónico.
Oh yes, I have to face it.

miércoles, mayo 28, 2008

Mes de mayo, me desmayo


Un mes en el que hice algunas cositas, a ver, no muchas, pero igualmente tengo la sensación de que estoy viviendo un momento ajetreado.
Unos días después del concierto de aznavour y una vez repuesta del malestar, fui al palacio Paz, adonde alguna vez debí haber ido a una fiesta de casamiento (pero no fui), esta vez a la expo de cuisine&vins. Linda, mejor que la del Alvear de hace tres años, aunque admito que mis sentimientos influyen en esa apreciación. El lugar es agradable, de eso no hay duda, y unos sorbitos de Barón B y vinos diversos nunca vienen mal. Bien también el irish stew, aunque sé que un real irish hubiera fruncido la naricita, y no porque hablen nasal. Lo que recuerdo con cierta tristeza es haber perdido el viaje a villa la angostura, pero bueno, en algún momento viajaré.
Antes de eso había ido a ver el nido vacío, no me pareció super hiper archi recontra pero reconozco que ilustraba muy bien la capacidad de los escritores de crear una suerte de universo paralelo en el que pueden vivir muy cómodamente cual uno de sus personajes, y al fin y al cabo... a veces la percepción personal es tan intensa que supera las estructuras de la realidad.
Después de eso fui al concierto de alas gracias a la amable invitación de M; hacía mucho que no asistía a un concierto tan multitudinario. Llegamos cuando estaba tocando la portuaria y realmente tocaron muchos grupos/ solistas en un ensamble muy ecléctico (ratones paranoicos, pedro aznar, paulina rubio, jorge drexler, alejandro lerner, fito paez, gustavo cerati, alejandro sanz...). En el final, reservado para calle 13 y shakira, yo no daba más.... es por eso que en ese momento mi capacidad de disfrute estaba agotada. Y sí: estoy aburguesada y a mucha honra. Dejemos a los teenagers lo que es de los teenagers. Calle 13 no es mi onda, definitivamente, pero fueron powerful como ningunos y esa energía era tan tangible que era difícil que no te despertaran algo de simpatía. En cuanto a shakira, creo que lo mejor fue el dúo con mercedes sosa, una reunión extraña pero interesante.
Al día siguiente, volví a las proximidades (específicamente a puerto madero) para ver nuevamente cine argentino, esta vez Cordero de Dios, donde hacia el final terminé llorando como marrana, así soy yo, siempre hago catarsis en el cine. Lo que más me interesó de la película es la trama, siempre compleja, de las relaciones familiares.
Escribiendo todo esto ya sé de qué va a tratar el siguiente post, se va a titular Nunca estoy en casa (de hecho este último finde tampoco estuve). Y cuando estoy es como si no estuviera... estoy tan de acá para allá, ordenando, limpiando, planificando, que es difícil siquiera tener el momento de tranquilidad requerido para que el cuerpo asuma la sensación de "estar en casa".

Coming soon. El post, no creo que la sensación de estar en casa.

sábado, mayo 10, 2008

Quand le navire s'en va

El viernes a la noche me subí a un barco y viajé toda la madrugada,
sólo por un día,
sólo para descubrir que la única bolsa de kit kat que había en el free shop estaba manoseada y aplastada,
sólo para tomar mate con bizcochuelo exquisita de naranja frente a una chimenea,
sólo para hacer un fugaz recorrido por manantiales,
sólo para entrar a luisa lane y ver si las carteras seguían tan lindas como siempre,
sólo para escuchar radio sarandí y a nelson marvin en aquellos años
y subirme nuevamente a un bus, que me llevaría a un barco, en la madrugada del sábado,
sólo porque el deber me llamaba y debía terminar mi parte del trabajo de puerto madero,
y sólo para ver el impecable concierto de aznavour en el rex,
para despues volver a casa en un viaje que se hizo llevadero sólo por la charla amable del taxista,
porque me sentía mal (demasiado ir y venir para un solo fin de semana) y sólo quería volver a casa,
donde pasé una noche muy incómoda porque, como hace mucho tiempo no me pasaba, me sentía enferma,
y así fue como apagué la luz de un intenso y agitado fin de semana, tal y como aznavour nos lo había pedido a quienes asistimos a su concierto.

jueves, abril 10, 2008

Chill out (James)



Green light







Cinderella





Welcome to the chill out zone





Placidez






Lostie






Lostie II



Perfil entre las manos




¿Qué me decías?



Ya voy!

Carita de relax



Cinderella II









miércoles, febrero 27, 2008

Marítimas

Regresada de badgiven's bar y solanas (bien de punta a punta).
Por primera vez en mucho tiempo ¡¡¡pude ir todos los días a la playa!!! Qué emoción!!!
Y pensar que a las 10.10 del día de mi llegada, cuando el cot pasó por la parada de Portezuelo, llovía y pensé que ese día iba a ser un plomazo. Hotel en La Barra junto al mar + día de lluvia + estar sola = un bodrio. Más cuando una pagó por estar cerca de la playa y el 99% de sus planes tenía que ver con tirarse sobre la arena cual diosa dorada y surfear un poquito (bueno, no, corrijo: mirar surfear a los demás).
Porque la barra es, por supuesto, surf. Ya lo dije hace unos meses y lo reafirmo con creces. Casi enternece ver a padres con sus hijitos chiquiiiitos con sus tablas de surf, aventurándose en aguas que son, de verdad, bravas. Las mujeres se ve que quedaron en sus casas preparando ensaladas para el almuerzo, porque durante mi estadía sólo vi a tres surfistas.
La playa: llena de familias con hijos pequeños. De teenagers nada. Bueno, en Montoya sí, pero -salvo una breve escapada allí- yo iba a la de la posta.
El hotel: la relación precio-beneficio hacía más agua que el mar, por lo que pagué esperaba mucho más pero, en definitiva, el mar estaba al lado, bello y poderoso y, en definitiva, eso es lo que te cobran. Y lo disfruté tanto que cada centavo invertido en el alojamiento valió la pena.
Los precios: no words. Reconozco que sobreviví gracias a el dorado (el cinthya de la barra) y el paupérrimo desayuno de Le club. La primera noche fui a Novecento para demostrar (a quién?) que una mujer sola también puede ir a comer afuera. Sólo que a la mitad de la entrada ya no podía más... pero ya había pedido el primer plato, too late for regrets. Sin embargo logré terminar mi ensalada (¡por suerte era ensalada!) de salmón, espinaca, higos, cebolla colorada, nueces y no sé que más. Como broche, dejé (involuntariamente) la que apuesto fue la mejor propina dejada en Novecento en toda la temporada. Ya están comprando la alfombra roja para ponerla la próxima vez que vaya...
La ropa: Volveré para comprar en Magma!
Celebrities: sólo vi a Maru Botana en el dorado (un super bien democrático: creo que toda la barra va ahí) y a la top model (de cuando yo era chica) Bárbara Durand.
Noche del 14 de febrero: tomando sola un helado de crema americana y dulce de leche tentación en una mesa del balconcito al mar de Freddo. La mitad del helado quedó derretido en la mesa y la otra mitad es el día de hoy que no sé si la comí, porque la tuve que comer tan rápido que ni siquiera pude registrar la experiencia en la memoria. En rigor de verdad lo que más disfruté fue la botellita de salus que acompañó al ¿helado?, porque estaba muerta de sed, en el hotel no había frigobar y el bar estaba cerrado (y sí: febrero no es enero).
A pesar de que en general no quedé satisfecha con el hotel, debo reconocer que tuvieron el gesto de llevarme de la barra a la punta el día que me iba de un punto al otro.
Después pasé cuatro días con momentos repartidos entre la punta punta y punta ballena, lo que quiere decir que hice un poco de todo: fui a la rinconada, a los médanos solanescos pre-chihuahua y a una playa del centro, al shopping, a la tienda inglesa, al conrad, a gorlerear, a comer al yacht club, etcéteras. Todo muy lindo.
Por otra parte, aproveché para leer bastante y la lectura me vino profundamente bien y estoy segura de que dará sus frutos.

lunes, febrero 25, 2008

De regreso







...de the bar of badgiven. Y estrenando camarita...

lunes, febrero 11, 2008

fugitiva

huyendo de la rutina
huyendo del san valentain day en la city (después de todo tal parece que los solteros no existimos en ese día)
me fugo hacia unas vacaciones solitarias
quizás definitivas (y definitorias)
una fuga muy acotada, concedo, con suerte de siete noches, de las cuáles sólo tres están confirmadas por mi billetera
la barra me espera y allí iré a parar, al cruce del mar y la calle de los cangrejos, todo un paraíso para una chica canceriana
h. taiana también me espera si consigo un taxi y santa visa resiste, ja (me gustaría probar el daiquiri de moras y maracuyá)
la programación con sede en la huella del festival de música del faro de josé nacho también me espera, si es que coordino horarios de micros y puedo ir
las carteras de luisa lane me mirarán, nuevamente, desde la vidriera, esperando tiempos mejores
así las cosas
se va la nave nomás
...pero el viaje siempre comienza antes de partir

miércoles, enero 02, 2008

Musicales

(del año pasado)

Y sí, ya ha comenzado un nuevo año, pero me quedaron colgados algunos eventos del año pasado cuyo relato no dejé asentado.
El primero es el recital de Serrat y Sabina, al que asistí con Pau y cía. Una noche muy linda, aunque reconozco que fui muy desabrigada y tuve frío durante todo el recital.
Pero el concierto en sí estuvo espléndido, con un guión evidentemente totalmente aceitado e incorporado a estas alturas de la gira. Yo estaba en la tribuna y era un placer ver el campo, muy pacífico y con buena onda. Había gente de todas las edades, por supuesto. Muchas parejas por arriba de los 50 y también muchos jóvenes 15-30.
El tema fue conseguir un taxi desde las proximidades de la bombonera para el regreso... impossible. Finalmente tuve que recurrir a un vehículo salvador que acudió al rescate.
Sólo unos días después fui a la trastienda a un concierto de kevin. Muy lindo como de costumbre.
Pero la orden del mérito a la originalidad musical se la lleva la noche griega que tuve con Mariana y amigos, un poco frustrada porque en vez de sentarnos a la mesa como estaba previsto nos fuimos a comer una pizza y después volvimos, justo a tiempo para escuchar a la gran orquesta en griega en vivo. Y a los jóvenes (y no tanto) bailando alrededor del vaso, totalmente entregados a su performance.

martes, enero 01, 2008

Mi saludo de fin de año


Hola a todos,
no sería yo si no escribiera mi saludo de findeaño; una de las cosas que llegan con los 30 (por lo menos en mi caso) es la conciencia de que hay ciertas cosas que ya no van a cambiar, lo más sabio es asumirlas y darles a quienes nos rodean la posibilidad de que las tomen o las dejen, cosa que por supuesto ocurre.
Aunque parto de esa base, el espíritu de este saludo nace de aquellas cosas que sí cambian dentro de nosotros mismos.
Y este fin de año es para mí, más que el de cualquiera de los años vividos hasta ahora, un gran espejo que me devuelve una imagen muy distinta a la que reflejaba a principios de año. Aunque a mi alrededor nada ha cambiado demasiado desde enero, yo sí he cambiado mucho en una manera que no es perceptible a simple vista, y que hasta para mí sólo comienza a hacerse evidente ahora.
Así que si este saludo es más caótico que el de años anteriores, es simplemente por esa revolución interna.

Si bien creo que todos vivimos un proceso de cambio continuo, creo también que sólo nos volvemos conscientes de él cuando es tan importante que afecta estructuras profundas y arraigadas de nuestra historia y nos permite ver desde enfoques novedosos y diferentes determinadas experiencias de nuestra vida.
Es ese proceso de cambio, que sigue su curso (y por supuesto no está exento de contradicciones), el que me permite resignificar el fin de año y darle una dimensión plena, la de la continuidad de esta vida que todos tenemos el privilegio de gozar y donde a pesar del sufrimiento -que es inevitable- podemos soñar, crear y hacer en un sentido que nos permita sentir en la potencialidad pura de cada instante esa incomparable sensación que es, justamente, la de sentirnos vivos.
Es por eso que mi deseo de fin de año para cada uno es que disfruten de un año intensamente vivido, en la manera que cada uno así lo entienda, sin verse limitado por prejuicios o por la opinión ajena.

Por otra parte, la mayoría de los que reciben este saludo sabe que desde hace muchos años no participo en el torbellino asociado a las celebraciones navideñas, simplemente lo miro de afuera. No obstante, es difícil permanecer ajeno y además, aunque mis sentimientos recorran otros caminos, hacen su recorrido también y en algún punto se cruzan con los de los demás.
Y desde ese punto de encuentro que nace del cariño, la simpatía y los momentos compartidos (en algunos casos recientes, en otros no tanto; pero siempre presentes en la memoria del alma, que es indeleble), les quiero desear una feliz navidad que puedan disfrutar en armonía junto a sus seres queridos.

(nota: sé que todo esto suena a una mezcla de psicoanálisis, canciones del recital de serrat y sabina y tratado semiótico acerca de la pluralidad del sentido, ji ji...y sí, tuve todo eso este año en mi vida, pero la experiencia de este año, de la que nacen estas palabras, abarca por supuesto muuuchas más cosas)

Un beso grande,
y un brindis con un buen vino (tampoco sería yo si omito este paso),
Ariana

French fries

Un refrito de recuerdos y francés con pizca goumet.com

…de cosas que me fueron quedando colgadas en los últimos meses (y que quiero anotar porque hacen al balance del año). Es que mi vida está tan cargada de ocupaciones que escribir se ha vuelto un lujo, diría que eso es algo novedoso en mi vida, pero seguramente será sólo una etapa.

En noviembre probablemente debe haber habido algo remarcable, pero tal parece que el fin de año se divierte haciendo lagunitas en mi cerebro, anche túneles, puertas y canales que se pierden sin rumbo por largos caminos. De manera que perdida estoy yo también, por esos y otros caminos, y sólo recuerdo la noche del 30 de noviembre, donde conocí el salón blanco de la casa de gobierno gracias al recital de Kevin. Lindo, y en la transmisión de canal 7 hasta pude ver mi colita rubia y mi cabecita que se movía de un lado a otro (y suerte que no me quedé dormida… no por la música, claro, sino porque estaba agotada).

En diciembre me quedó colgado el recuento de un viaje de estudio a Maldonado, tenía que ser en esas tierras (los uruguayos son simpatizantes del francés) donde preparara mis exámenes de cette langue y realmente estudié mucho (¿qué otra cosa se puede hacer en medio del campo?).
En realidad el día de mi llegada, por desajustes horarios varios que no vienen al caso, tuve ciudad de sobra por toda la estadía. Una caminata por una avenida Francia (¿cuál otra hubiera podido ser inicio de un viaje de estudio?) todavía desierta (but summer is on the way), y un laaaargo paseo por el shopping y la tienda inglesa, que me sirvió una vez más para reafirmar mi opinión:
la tienda inglesa es muy linda y el punta shopping es muy feo.
Y tal parece que empeora con el tiempo.
Playa, sólo un poquito, pero no en M sino en Rocha, más precisamente en La Pedrera, siempre con ese aire bucólico de siesta continua. La casa amarilla de Norma Aleandro donde siempre, también la de Maitena, algunas nuevas casas y dos o tres barcitos con pretensiones fashionistas. En uno de ellos (hosted by un afrancesado que decía ser francés, para no romper la puesta en escena) tuve una pequeña merienda de pilsen y sandwich de manteca y jamón crudo, nada extraordinario, pero sí realzado por un contexto de sol acariciador y radiante. La novedad gastronómica de la incursión pedrerense fue una cena de pez angelito, rico, pero no sobresaliente.
Ahora que me acuerdo sí tuve unas horas de playa en bad-given, en la rinconada de solanas, pero el viento estaba que te podía llevar de solanas a la barra sin escalas y en un intento de almorzar un sandwich terminé comiendo cien gramos de arena por cada diez de fiambre.

Así que nada, todas las horas de estudio valieron la pena a la hora del examen.
Y ahora después del examen extraño mucho a mis compañeritas french speakers.
La vida es un eterno desencuentro y una despedida continua.

Lo de Gourmet.com viene al caso porque hace poco leí el libro de Narda y me pareció bastante piola, tiene comentarios interesantes de una persona a la que le gusta comer bien y es bastante sensata a la hora de hacer sus compras, aunque también aventurera y esa es la parte más interesante de la historieta. Incluso fui a la presentación del libro (otro de esos eventos perdidos de noviembre) y fue un rato amable. En un momento “Nardita” empezó a brindar recomendaciones de restós y eso me hace acordar de un par de lugares a los que fui y cuyo registro no figura aquí. Este año fue muy pobre en ese sentido para mí, no tuve muchas oportunidades de salir a comer afuera y lo lamento porque es una salida que encuentro encantadora. La mayoría de los lugares a los que fui ya están citados en otros posts, pero creo que faltan unos pocos. Uno de ellos es el faro del hotel hilton, fue gracioso porque fui un día antes del día del amigo y creo que había sólo dos mesas ocupadas (contando la mía) y al otro día leía en clarín que ya estaban las mesas reservadas al 100% para el mencionado 20 de julio. Contrastes.
Tomé un syrah bastante rico y comí un pescadito, que siempre viene bien. De los postres pasé.
Un tiempo después fui a un restaurante vasco, donde comí nuevamente pescado, que siempre se come bien en esos lugares, si la memoria no me falla era el clásico laurak bat, pero si no es así lo corregiré en breve.
Y después de ese después fui al café margot en san telmo, famoso por sus picadas. Sin embargo debo decir que la picada que comí (y con hambre) no me pareció excelente, todo lo que me sirvieron lo he comido más rico, sin dudas. No obstante agrego que la ambientación del lugar es muy buena y crea un ambiente muy propicio para una salida amical.

Pendientes

(y van...)

Antes de que termine al año (nota: este post lo publiqué originalmente en mi space en noviembre del año pasado) y ciertos eventos pasados se pierdan (nunca definitivamente) en los recovecos de mi memoria, los asiento en éste, mi registro escrito que leído a la distancia me permite observar los rumbos que fue y va tomando mi vida.
Después del viaje inaugural de la primavera me escapé nuevamente al este, donde hice un poco de playa en una parada céntrica (un viernes a la tarde, no había casi nadie) con una parada -central- en el puerto para comprar mejillones y otra parada -obligada- en la tienda inglesa.
Los mejillones los comí después, con cebollita de verdeo, jamón crudo, crema y papas fritas, estaban plus-que-parfait.
El sábado hice otro poco de playa en la rinconada, aucune personne en kilómetros a la redonda, y un mar excepcional. Muy lindo.
Y el domingo tomé bastante sol, de hecho me vine pasada de color, que ya se lavó a fuerza de tanta lluvia insolente.
Antes de eso me había ido al concierto de mimí maura en la trastienda, originalmente previsto para las 23.30 pero que empezó a la 1, con el añadido de que la espera afuera fue bastante complicada porque hacía bastante más frío que el esperable para esa época. Conclusión: me quedé una hora y me fui, mimí es muy buena show-woman (y además de acuerdo a sus dichos y los de su marido debía estar potenciada por sustancias varias) pero a eso de las dos yo ya no daba más, así son los 30. De manera que aprovechando un salvador intemedio decretado por la banda en pleno (asumo que para potenciarse un poquito más) dejé mi ubicación de mesa de fila 1 (demasiado adelante, lo sé) e hice un discreto mutis por el foro.
Luego no tuve demasiada actividad artística/cultural, por diversas razones. Aprovechando entradas gratis fui a ver el pasado (asumo que la novela debe ser muy difícil de capturar en un film, y se notaba) y quiéreme, una película que yo pensaba liviana y terminó siendo un verdadero dramón, y yo sin carilinas.
Y hace unos días me fui con Pauli a ver les luthiers, en mi caso sólo llegué a ver los últimos tres fragmentos y los fuegos artificiales (muy lindos), pero valió la pena igual, tal lo esperable.