miércoles, mayo 28, 2008

Mes de mayo, me desmayo


Un mes en el que hice algunas cositas, a ver, no muchas, pero igualmente tengo la sensación de que estoy viviendo un momento ajetreado.
Unos días después del concierto de aznavour y una vez repuesta del malestar, fui al palacio Paz, adonde alguna vez debí haber ido a una fiesta de casamiento (pero no fui), esta vez a la expo de cuisine&vins. Linda, mejor que la del Alvear de hace tres años, aunque admito que mis sentimientos influyen en esa apreciación. El lugar es agradable, de eso no hay duda, y unos sorbitos de Barón B y vinos diversos nunca vienen mal. Bien también el irish stew, aunque sé que un real irish hubiera fruncido la naricita, y no porque hablen nasal. Lo que recuerdo con cierta tristeza es haber perdido el viaje a villa la angostura, pero bueno, en algún momento viajaré.
Antes de eso había ido a ver el nido vacío, no me pareció super hiper archi recontra pero reconozco que ilustraba muy bien la capacidad de los escritores de crear una suerte de universo paralelo en el que pueden vivir muy cómodamente cual uno de sus personajes, y al fin y al cabo... a veces la percepción personal es tan intensa que supera las estructuras de la realidad.
Después de eso fui al concierto de alas gracias a la amable invitación de M; hacía mucho que no asistía a un concierto tan multitudinario. Llegamos cuando estaba tocando la portuaria y realmente tocaron muchos grupos/ solistas en un ensamble muy ecléctico (ratones paranoicos, pedro aznar, paulina rubio, jorge drexler, alejandro lerner, fito paez, gustavo cerati, alejandro sanz...). En el final, reservado para calle 13 y shakira, yo no daba más.... es por eso que en ese momento mi capacidad de disfrute estaba agotada. Y sí: estoy aburguesada y a mucha honra. Dejemos a los teenagers lo que es de los teenagers. Calle 13 no es mi onda, definitivamente, pero fueron powerful como ningunos y esa energía era tan tangible que era difícil que no te despertaran algo de simpatía. En cuanto a shakira, creo que lo mejor fue el dúo con mercedes sosa, una reunión extraña pero interesante.
Al día siguiente, volví a las proximidades (específicamente a puerto madero) para ver nuevamente cine argentino, esta vez Cordero de Dios, donde hacia el final terminé llorando como marrana, así soy yo, siempre hago catarsis en el cine. Lo que más me interesó de la película es la trama, siempre compleja, de las relaciones familiares.
Escribiendo todo esto ya sé de qué va a tratar el siguiente post, se va a titular Nunca estoy en casa (de hecho este último finde tampoco estuve). Y cuando estoy es como si no estuviera... estoy tan de acá para allá, ordenando, limpiando, planificando, que es difícil siquiera tener el momento de tranquilidad requerido para que el cuerpo asuma la sensación de "estar en casa".

Coming soon. El post, no creo que la sensación de estar en casa.

sábado, mayo 10, 2008

Quand le navire s'en va

El viernes a la noche me subí a un barco y viajé toda la madrugada,
sólo por un día,
sólo para descubrir que la única bolsa de kit kat que había en el free shop estaba manoseada y aplastada,
sólo para tomar mate con bizcochuelo exquisita de naranja frente a una chimenea,
sólo para hacer un fugaz recorrido por manantiales,
sólo para entrar a luisa lane y ver si las carteras seguían tan lindas como siempre,
sólo para escuchar radio sarandí y a nelson marvin en aquellos años
y subirme nuevamente a un bus, que me llevaría a un barco, en la madrugada del sábado,
sólo porque el deber me llamaba y debía terminar mi parte del trabajo de puerto madero,
y sólo para ver el impecable concierto de aznavour en el rex,
para despues volver a casa en un viaje que se hizo llevadero sólo por la charla amable del taxista,
porque me sentía mal (demasiado ir y venir para un solo fin de semana) y sólo quería volver a casa,
donde pasé una noche muy incómoda porque, como hace mucho tiempo no me pasaba, me sentía enferma,
y así fue como apagué la luz de un intenso y agitado fin de semana, tal y como aznavour nos lo había pedido a quienes asistimos a su concierto.