lunes, octubre 02, 2006

Crónica the nada
(es una guerra entre mí y la nada)
(publicado el 18 de diciembre de 2005 en mi blog de hotmail)

No me voy a hacer la crítica de espectáculos, simplemente quiero dejar asentado que el recital de kevin estuvo buenísimo, creo que la trastienda es un lugar ideal para música de ese estilo. El ambiente era super cálido y la energía que se respiraba era la mejor. Se notaba que tanto los músicos como la gente disfrutaban mucho el estar ahí y en esa alquimia las canciones alcanzaban su plenitud.
Me llamó la atención que el público fuera en gran parte de 30 para arriba y muchos de más de 40 (yo esperaba un público más plagado de argenteenagers). Muchos grupetes de amigos y muchas parejas, algunos turistas también, la mesa de al lado de la mía estaba ocupada por 4 shilenos, y al final un grupo de 6 chicas (de entre 30 y 50) suecas, noruegas o algo así esperaron especialmente a todos los músicos para aplaudirlos.
Supongo que the tras-tiend es muy ese target, no tan infante.
Yo fuí sola pero la pasé bien igual.
Ahora bien, como prefería viajar con tiempo y eventualmente tomar/comer algo, fui tan temprano (a eso de las 20), que cuando llegué a la trastienda los únicos que estaban eran kevin, the nada, y la gente del equipo del recital tomando algo en una mesita de la vereda. Ni siquiera había gente adentro, salvo los camareros y empleados.
Ya lo sé, oportunidad inmejorable de conseguir autógrafos y charlar un ratito, ya se sabe que kevin es muy amable, pero eso no fue suficiente para bajar mi nivel de timidez y no me dio para acercarme a una mesa con un grupete de diez hombres solos que por otra parte tal vez estén medio cansados de que se les acerquen groupies fanáticas.
Pero como me quedé afuera obviamente todos me vieron (tomen en cuenta además mi habitual estilo casual: pantalon blanco, remera/blusa violeta, cartera dorado mate y zapatos fucsia) y registraron la espera que me comí. Una vez en el recital estuve en una mesa de la 1º fila (cómo me gustó esa ubicación!), con el escenario ahí nomás, así que también seguía visible.
El concierto espléndido, si me cuelgo escribiendo podría hacer una columna de un metro, pero no es la idea.
Los músicos de the nada 10 puntos, realmente tienen tanto protagonismo como kevin, me gustó mucho el chico de la flauta traversa/ saxo/ glockenspiel, el rubiecito con cara de bueno Andrés Reboratti.
También me gustó mucho el chico que subió a cantar la tangómana, ahora se me quedó pegado ese tema y estoy con lo de "era la hija de, la hija de, la hija de..." (agregar tonada arrabalera).
Muy buenas, frescas y potentes, versiones de la procesión (1000 puntos - ay si pudieras ver la mía!!!), daisy (con el tanguero), el círculo (una letra redonda), everything is (falling into place - un deseo para el nuevo año), timing (de eso se trata la vida), no seas insegura (tan melódica y bella), oops (me emocioné cantándola, tuve que sacar los carilina), no voy a ser yo (sin drexler pero con estilo), desde que te perdí (siempre me arranca una sonrisa a pesar de que es una canción agridulce), all I wanna do is you (que in inglish es un juego de palabras, pero yo la tomo por el lado romántico),
entre otras (el show duró tres horas).
Más al final puertou maderou (un clásico que no perderá vigencia por mucho tiempo) y la cumbiera (un broche de oro).
Me quedé con las ganas de cantar aquello de "me quedé pensando/en aquellas risas, aquellos llantos...". Pero es el único reproche que le puedo hacer a la abarcadora playlist.
Los chistes de Liniers como pantalla de fondo bien, para mí perdieron algo de gracia porque algunos ya habían aparecido en la crítica de la nación, pero fueron un toque simpático.
Al terminar el recital me quedé dando vueltas chusmeando un poco y en el interín conseguí las firmas de kevin (un dulce, después de firmar te da besito y todo) y el zurdo roitzner (un groso, como diría mi amiga vale). No es que para mí un autógrafo de una celebrity represente nada, pero un disco de kevin firmado por él y un músico que tocó con piazzolla tiene su encanto.
Naturalmente a esa altura la mayoría de la gente que había asistido al show ya se había retirado.
El momento anecdótico de la noche es que estaba en la vereda esperando el taxi para volver a casa y en eso siento que me gritan: cómo, todavía no te pasaron a buscar, te dejaron sola???
Yo pensé que era algún tipo que se había tomado digamos muchos daiquiris en su mesa pero cuando me fijé quién me había gritado resultó que era Oveja (un chico de rastas rubias que es el percusionista de la banda), que se iba con otros chicos de the nada. No sé si:
a) Efectivamente se habían tomado algún daiquiri y me estaban gastando.
b) Me vieron pinta de flan desesperada y bañada en caramelo. (ver nota al pie 2)
c) Me vieron tanto tiempo esperando al principio y al final que pensaron que me habían dejado plantada y les dí penita (pensemos que además yo estuve todo el tiempo sola y en 1º fila).
Me inclino por la c, aunque también podría ser una mezcla de las tres.
Yo les respondí que sí (es decir, que me habían dejado sola) pero que de alguna manera volvería a casa y decliné amablemente el ofrecimiento.
La cuestión es que cuando se fueron y me quedé esperando, después de una noche llena de música sentí dentro mío una especie de nada.
así es la vida.

nota al pie: prometo que la próxima vez, en caso de que ocurra algo similar, aceptaré el ofrecimiento y escribiré una crónica más divertida.
nota al pie 2: así como existen el petit robert y el océano langenscheidt, también existe el diccionario johansen, donde "flan" quiere significar nada más ni nada menos que "fan".

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